Podrá domar Sunny Bear al Dragón Asiático?

La crisis nuclear de Fukushima espabiló a la gente de Taiwán: No vivían ellos en la misma línea de falla sísmica? Y no tenían centrales nucleares igualmente expuestas en la costa, cerca de ciudades? La joven activista Wang ShunWei y su ONG basada en Taipei ayudan a los pescadores y trabajadores de oficina para expresar sus preocupaciones – con éxito.

publicado en el sitio web de Peace Boat, Dec 19, 2012 >>

La ceremonia de partida: La activista taiwanesa, Wang Shun-Wei participa en Peace Boat como una educadora invitada desde Yokohama,Japon, hasta Keelung, Taiwan.

“Nada me hace quedar aquí / excepto mi destino / aunque hay rosas, hojas verdes / y una bahía tranquila en la orilla / soy un barco no anclado.” La Srta Wang Shun-Wei eligió muy bien este poema que leyó en voz alta durante el evento de Taiwan realizado a bordo el Viaje 78 de Peace Boat. La señorita de 27 años estudió literatura en la universidad y sueña con viajar alrededor del mundo. Pero antes de todo, la Srta. Wang, quien acompaña a Peace Boat como educadora invitada desde Yokohama hasta Keelung, tiene una misión para cumplir en su propio país. “Cuando era estudiante en Taipei, empecé a subir montañas y bajar ríos en kayak”, le dice al público en una de sus charlas. “Me dio muchas oportunidades para ver con mis propios ojos la destrucción del medio ambiente. Las montañas en Taiwan sufren de deforestación y se están construyendo hoteles ilegalmente en las zonas escénicas. Quería saber como estaba permitido eso.” La Srta. Wang empezó a trabajar como voluntaria para algunas ONGs donde limpiaba playas y recogía basura en las montañas. “Cuanto más involucrada estaba con estos temas, más decepcionada me sentía con trabajos de conservación ya que sentía que no desafiábamos a las autoridades. En la mayoría de las situaciones, es la actitud del gobierno la que hace daño al medio ambiente.”

Como miembro de GCAA (Alianza Ciudadana de Acción Verde), la Srta. Wang apodera a las comunidades locales que hacen campañas en contra del uso de la energía nuclear.

Hace tres años encontró su vocación trabajando con Green Citizen Action Alliance (GCAA-Alianza Ciudadana de Acción Verde) (inglés) como coordinadora en Taipei. La organización enfoca su trabajo en apoderar a ciudadanos que están haciendo campañas en contra del uso de la energía nuclear. “Cuando empecé este trabajo, los movimientos antinucleares no eran activos,” la Srta. Wang recuerda. “Los ciudadanos sentían que nunca podrían cambiar las políticas. Pero el gran terremoto del Este de Japón del 11 de marzo llamó mucho la atención.” Una catástrofe similar podría pasar cualquier día en Taiwan. Al igual que Japón, la isla se ubica en la costa del Pacifico donde ocurren terremotos frecuentemente. En Taiwan, hay seis reactores nucleares operando en tres ciudades; dos en el nordeste y otro en el sudeste, y están construyendo dos unidades más en una planta nueva. Todas estas plantas están ubicadas en zonas de conservación y cerca de la costa, expuestas a maremotos. Dos reactores son del mismo tipo que los de Fukushima. “Cada vez que la tierra tiembla, pienso en los reactores,” dice la Srta. Wang. “Como nos falta espacio para guardar los residuos nucleares altamente contaminados, estos se han embalado en el espacio limitado que existe en los reactores. Si estos se chocaran entre sí, podrían generar la fusión de los reactores.”

La bandera de “No nukes” (No nuclear) fue diseñada por el dueño de un café quien subió la foto a Facebook e invitó a todos a participar en protestas antinucleares en el día nacional de Taiwan. Ese día 1000 banderas ondeaban en todas partes de la isla así como también se vio a bordo de Peace Boat.

En una pequeña isla con ningún espacio para huir y sin plan de evacuación, las consecuencias podrían ser más desastrosas que en Japón. Mientras 170,000 personas vivían en la zona de desastre dentro del perímetro de 30 kilómetros alrededor de la planta Daiichi Fukushima; más de 6 millones de personas residen a la misma distancia de dos plantas nucleares en el norte de Taiwan. “Eso incluye Keelung donde vamos a bajar”, la Srta. Wang en su charla le dice al público que respondió en murmullos. En su libro acerca de los asuntos nucleares, el autor japonés, Hiroaki Koide, predijo que 7 millones de personas morirían de cáncer en el norte de Taiwan si un desastre nuclear como Fukushima ocurriera en Taiwan. No solo los científicos y activistas de ONGs sino también los funcionarios de alto nivel de la misma empresa de energía, Taipower, comparten sus preocupaciones. En 2011, dos ejecutivos superiores mandaron un reporte sobre goteras, grietas largas y repentinos cierres de emergencia en las plantas antiguas. Además en una carta publicada por la pagina oficial de Taipower, el presidente y director dan detalles de la desastrosa situación financiera y concluyen, “El accidente nuclear de Fukushima del 11 de marzo (…) complicó aun más las dificultades y la administración de la empresa”.

Las charlas, así como los pines anti-nucleares de la Srta. Wang Shun-Wei tuvieron gran acogida entre los participantes a bordo de Peace Boat.

Como una de las economías más grandes y creciendo más rápido del mundo, esta nación isla se encuentra en una posición difícil – ávida de energía pero con escasez de recursos para producirla. Por consiguiente, Taiwan tiene que importar una gran cantidad de energía y aprovechar cualquier oportunidad de producir algo por su propia cuenta. Es así como ciertos grupos tomaron la energía nuclear como la alternativa para el suministro nacional de electricidad. Algunos han argumentado que la energía nuclear es “energía verde”, expresando que no se queman combustibles fósiles y por eso no esta directamente relacionado con el calentamiento global. Eso ignora completamente el dióxido de carbono producido en el procesamiento del combustible nuclear y la construcción de las plantas nucleares. El Presidente Sr. Ma Ying-Yeou expresó recientemente que Taiwan necesitará aumentar un 38 por ciento sus fuentes de electricidad para mantener el desarrollo actual. “Es el camino equivocado!” argumenta la Srta. Shun-Wei Wang. “Tenemos que reconsiderar urgentemente nuestros hábitos de consumo y cambiar los estilos de vida. Respeto al gobierno, tiene que apoyar la transición a una industria que consuma menos energía y ofrecer subsidio a los proyectos de energía realmente sustentable. Taiwan podría desarrollar fácilmente energía solar y eólica”. GCAA acuno el eslogan de “Go Zero (Vamos por Cero)”, haciendo una campaña para cero aumento en el consumo de energía, y cero energía nuclear.

Solo una pequeña calle separa la planta nuclear de Lungmen, que se está construyendo, del pueblo de Gongliao y un monumento mostrado en la imagen.

Cómo seguirá Taiwan? Va a continuar siendo el dragón asiático y arriesgar devorarse a si mismo? O encontrará un camino alternativo de producción de energía y consumo? El caso de la cuarta planta nuclear contestará esa pregunta en el futuro cercano. A un kilometro del pueblo de Gongliao en la orilla del noreste de Taiwan, Taipower ha estado construyendo una central eléctrica de Lungmen desde 2000, la cual se planea empezaría a funcionar en 2013. Sin embargo, la planta de Lungmen tiene una historia accidentada. Su construcción se ha cancelado, reasumido, retrasado y dividido entre diferentes unidades algunas veces y por lo tanto se hace cada ves más difícil vigilar y gestionar. Hasta la Asociación Nuclear Mundial consideró la planta de Lungmen como una de las plantas más peligrosas del mundo incluso antes de que esta empezara a funcionar. Aun así, el presidente Sr. Ma Ying-Yeou defiende su planta contra la fuerte resistencia de la comunidad de Gongliao y todos los ciudadanos que los apoyan a nivel nacional.

La organización GCAA ha encontrado muchas maneras creativas y llamativas de hacer campaña; desde una demostración en bikini hasta el logotipo amigable de “Sunny Bear”.

El joven equipo de GCAA ha encontrado muchas maneras de llamar la atención de los taiwaneses sobre el tema. Han posado en bikinis en la playa cerca de la planta de Lungmen, han persuadido librerías y cafés para que reduzcan un 10 por ciento su consumo de energía, han realizado una ceremonia de velas para recordar a las víctimas de las bombas nucleares y han colaborado con músicos, directores de cine e ilustradores famosos, convenciéndolos de que protestaran contra la energía nuclear en Taiwan. El equipo eligió “Sunny Bear” (un osito de peluche con un girasol) para su logotipo. “Queremos transmitir un mensaje positivo y atraer a los jóvenes y familias al tema”, dice la Srta. Shun-Wei Wang. Al bajar del barco con su maleta de ruedas hacia la ciudad de Keelung, se giró para despedirse del barco. “Envidio a los participantes de Peace Boat por poder viajar alrededor del mundo. Pero antes de que pueda hacer ese viaje, necesitamos detener la energía nuclear en Taiwan”. Muy recientemente el presidente taiwanes ha declarado un compromiso en reacción a las protestas. Prometió que se abstendría de construir mas reactores en la isla y de extender la vida útil de los reactores existentes. Quizás el sueño de la Srta. Shun-Wei Wang se haga realidad y ella pueda cumplir su otro sueño en un futuro no muy lejano.

Traducción: Peace Boat