Disturbios en el vecindario de Gandhi

El barrio Bhambayi ha recorrido un largo camino después del apartheid: En 1992 unos disturbios violentos estallaron entre partidarios de diferentes partidos políticos al lado de un modelo de asentamiento creado por el icono de la no violencia, Mahatma Gandhi. Hoy la bisnieta de Gandhi y una curandera tradicional ayudan a los huérfanos a superar su trauma.

publicado por Peace Boat, enero 11, 2013 >>, English version >>

  • The Bhambayi settlement has come a long way after apartheid: In 1992 violent riots broke out between supporters of different political parties - next door to Gandhi's first model settlement
  • Bhambayi is located next to the famous Phoenix Settlement, which Mahatma Gandhi founded as a model for a peaceful, non-segregated neighbourhood.
  • By promoting the principle of non-violence for the Gandhi Development Trust, Ashish Ramgobin lives up to her heritage: She is the great-granddaughter of Mahatma Gandhi.
  • Thanks to Gandhi's legacy and the influence of their teacher, many orphans of Bhambayi have turned into optimistic teenagers, who try to forgive.
  • Many children lost their parents in the riots. As orphans they are especially vulnerable to violence and poverty.
No me acuerdo de la época de la guerra civil”, dice Ángel. “Sólo tenía cinco años.”
Mirando al suelo, continúa “Fueron demasiadas las personas que se mataron entre sí”
– Lo has visto?
– “En realidad no… a veces … muchas veces”
– Tu familia esta bien?
– “Sí, pero mi madre murió en ese tiempo. La mataron. Lo vi”.
La niña de 17 años está sentada bajo un árbol verde y frondoso con su pelo envuelto con una cinta rosada y un collar de perlas de color arco iris alrededor de su cuello. Le salen las palabras lentamente. Casi nunca habla de su pasado. Angel ha venido a conocer a los participantes de Peace Boat en la Fundación de Desarrollo de Gandhi en el asentamiento de Phoenix cerca de Durban con sus amigos del colegio local y una la escuela primaira de Kasturba. “Tratamos de perdonar”, les dice. “Ahora Bhambayi es una comunidad buena con gente buena”. El lugar donde ella presenció el asesinato de su madre queda solo a unas pocas cuadras.

Es casi un milagro. Después de los disturbios de 1992, los cuales sacudieron la comunidad por muchos años y se conocen como una ‘guerra civil’, los traumatizados niños de Bhambayi recurrieron a la violencia en búsqueda de venganza. Algunos se quitaron la vida. Angel y sus amigas, en cambio, se convirtieron en adolescentes tranquilas, aun tímidas y vulnerables pero optimistas de sus futuros. Entre los que han contribuido a su desarrollo, dos personas sobresalen en el grupo – un hombre de India y una mujer de Sudáfrica. La primera persona es el legado de Mahatma Gandhi. La Fundación difunde el mensaje de no-violencia de Gandhi a los estudiantes a través de libros, talleres y en colaboración con profesores quienes implementan sus ideas en los discursos de las mañanas. La bisnieta del propio Gandhi, Ashishi Ramgobin, trabaja con la organización. Ella resumió su mensaje para los asentamientos como Bhambayi “Pueden luchar por sus derechos pero no usen la violencia”.

Es aquí en el asentamiento de Phoenix al lado de Bhambayi que Mohondas K. Gandhi paso a convertirse de un tímido e indeciso abogado a un poderoso líder político. Poco después de su llegada en 1893, el joven fue expulsado vagon de primera clase de un tren aunque tenía pasaje válido. Su único error fue que no era blanco. Siendo víctima de la discriminación, Gandhi cuestionó el dominio del Imperio Británico tanto en Sudáfrica como en su propia tierra nativa de India. Cuando se implementó la humillante Ordenanza de Ley de Enmienda Asiática, obligando a los indios sudafricanos a registrarse, Gandhi instó a todos los indios sudafricanos a que se resistieran sin violencia. Su idea de “Satyagraha” (Resistencia no violenta) nació y l ha vivido en movimientos sociales desde entonces; durante las luchas de independencia de India, las protestas contra la guerra de Vietnam, la caída del Muro de Berlín y Revolución Naranja en Ucrania entre muchos más. Como signo en contra apartheid, Gandhi fundó el asentamiento de Phoenix como modelo de un vecindario no segregado donde los denominados de color, negros y blancos viven y cultivan juntos. Phoenix se hizo un símbolo de la lucha contra el apartheid. En septiembre de 1983, la primera reunión ejecutiva nacional de Frente Democrático Unido (UDF, por sus siglas en inglés) se llevó a cabo aquí. El asentamiento de Phoenix fue un miembro de UDF que unió organizaciones contra el apartheid. La primera demanda de liberar a Nelson Mandela se hizo aquí y Mandela emitió su primer voto en 1994 no tan lejos del asentamiento de Phoenix en el Colegio de Ohlange en Inanda en KwaZulu-Natal.

A pesar de ser un modelo de tolerancia y no violencia a través de las enseñanza de Mahatma, el asentamiento ha sufrido violencia a finales del último siglo. En 1985, el asentamiento fue casi destruido durante “los disturbios de Inanda” y tomado por aproximadamente 8000 colonos informales. Fue en ese entonces que el asentamiento se conoció como Bambayi. El área fue reconstruida en el 2000. Los niños recuerdan la violencia de 1992 cuando este lugar fue el sitio de conflicto entre el Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés) y el Partido de Libertad de Inthaka, cada uno luchando por el liderazgo político después del apartheid. “Te mataban si tus vecinos sospechaban que ibas a votar por el otro partido”, recuerda Alicia Mbuyisa, la curadora tradicional de la comunidad de Bhambayi. Ella utilizó su influencia y neutralidad política para proteger a todos lso que huyeron a su casa en búsqueda de refugio. Cuando Angel perdió a sus padres, Mbuyisa crió a Angel y otros diez más. “La llamamos abuela”, dice Angela con su voz llena de cariño. “Ella salvó nuestras vidas”. Pero había muchos más huérfanos que, sin padres, vivían en extrema pobreza y estaban especialmente vulnerables. “Cuando conocí a los niños, la mayoría de ellos tenían ira interna que no podían controlar”, recuerda Mbuyisa. “Querían vengarse por la muerte de sus padres”.

Pronto su casa quedó pequeña para recibir a todos los niños, pero empezó a enseñarles. Con el grupo de baile de Mbuyisa, Ubuhle Bezinkanyezi, Angel realiza una danza Zulu para los participantes de Peace Boat. Sus cantos representan los animales salvajes de la estepa y sus pies levantas nubes de polvo del suelo. Sus joyas están hechas de perlas plásticas baratas pero ellas mismas las hicieron usando las técnicas tradicionales y se las colocan con dignidad. Hoy Mbuyisa enseña a 90 niños; 62 niñas y 28 niños, tradiciones de Zulu y habilidades para la vida como la prevención de VIH y SIDA. “Les ayudo entender que Dios y una buena educación son lo más importante antes de tener cualquier relación” dice la Mbuyisa. En el caso de Angel, ella ha tenido éxito. “A mí me gusta ir a la escuela de verdad”, dice la niña de 17 años, “sobre todo matemática. Quiero ser una contadora técnica o una economista nacional”. Angel mirahacia arriba por primera vez. “Sí, soy una mujer fuerte ahora”.

Traducción: Peace Boat

Fotos: Christina Felschen/Peace Boat

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